Confirman concierto de Paul McCartney en Chichén Itzá

Integrantes de las delegaciones sindicales del INAH informaron que solicitarán amparo para cancelar el concierto del cantautor inglés, porque la zona no puede explotarse como escenario

Las autoridades de Yucatán informaron que sólo queda 35 por ciento de boletos disponibles, es decir, unas dos mil entradas. Asimismo, indicaron que las ganancias se destinarán en parte a la conservación de Chichén Itzá por medio del INAH.

Sin embargo, el historiador Felipe Echenique March sostuvo que los trabajadores del instituto defenderán la zona arqueológica "porque es federal y no la puede utilizar la gobernadora a su libre albedrío para promover el turismo".

Agregó que los conciertos no son actividades culturales y contravienen el uso común, al ser un acto lucrativo, además de que denigran las estructuras monumentales.

La Secretaría de Educación Pública (SEP), por medio del INAH, puede otorgar permisos o autorización para su uso, pero únicamente para realizar actividades cívicas y culturales conforme a lo dispuesto en el Reglamento que para tal efecto se expida, siempre y cuando no se afecte la integridad, estructura y dignidad cultural de dichas zonas y monumentos, ni se contravenga su uso común.

Deploran actitud del gobierno

El historiador deploró que el gobierno no acate lo estipulado en la Ley General de Bienes Nacionales y beneficie proyectos turísticos privados en la zona arqueológica, que la convertirán en una Disneylandia.

Dijo: "Los funcionarios deben cumplir la ley y la sociedad debe comprender que las zonas arqueológicas son bienes nacionales que no pueden concesionarse. Pero la gente no lo sabe".

Los trabajadores del INAH habían convocado a las autoridades a un debate público nacional sobre el uso y destino de las zonas y monumentos arqueológicos e históricos del país, bajo la interrogante: discutir México, ¿para qué?, en Chichén Itzá para este 11 y 12 de marzo, pero ante el silencio de las autoridades lo pospusieron.

La gobernadora de Yucatán ha recibido constantes críticas de Acción Nacional. La consideran de "telenovela", debido a su inclinación por traer artistas y programas televisivos a la entidad y promover su imagen.

En la presentación oficial del concierto del cantautor inglés Elton John en la zona arqueológica de Chichén Iztá, el 3 de abril, con la participación de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco pidió a la sociedad yucateca no hacer caso a "voces destructivas", en alusión a las críticas panistas a su gestión. Asimismo, confirmó un concierto del ex beatle Paul McCartney en la misma zona arqueológica.

Por otro lado, los integrantes de las delegaciones sindicales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informaron que presentarán en breve una denuncia de hechos y una solicitud de amparo para cancelar el concierto del cantante británico, quien actuará a los pies de la pirámide del dios Kukulcán, como lo hizo Luciano Pavarotti (1997), Plácido Domingo (2008) y Sara Brigtman (2009), como parte de su gira internacional por nueve países. La gobernadora, de extracción priísta, convocó a no dejarse dividir y a erradicar ánimos negativos y voces destructivas. Aseguró que el concierto de Elton John ayudará a consolidar la entidad en el mapa turístico mundial.

Y lo confirmó con la presencia del otro inglés, ex integrante del cuarteto Liverpool: "Trabajamos con él, prácticamente sólo falta confirmar la fecha". Agregó que la idea es realizar un concierto al año con un artista internacional en conjunto con el INAH.

A unos días de comenzar la contienda electoral –la primera de 14 que habrá en el país en 2010–, la cual culminará el 16 de mayo próximo con la renovación de 106 alcaldías y 25 diputaciones locales, Ortega Pacheco pidió a la gente "no dejar que la crítica irracional les nuble la vista". Adelantó que para el próximo año podría asistir una mujer de fama internacional: "Ya hablamos personalmente y puede que venga en 2011 o 2012, no sabemos todavía, pero ya estamos en negociaciones".

Por su parte, académicos e investigadores del instituto argumentaron que los sitios arqueológicos, por determinación de ley, son propiedad de la nación, inembargable, imprescriptible e intransferible, y ninguna persona –en lo particular o en corporativo– puede explotarlos como escenarios de espectáculos.

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